miércoles, 2 de febrero de 2011

Cultura y Educación en un mundo global

La escuela es un edificio, fácilmente reconocible a pesar de su diversidad. La cultura, no: ni siquiera es un objeto, que podamos poseer o no, ni un club del que se es socio o no, ni un listado sagrado e incontrovertible, ancestral y consensuado, de costumbres, tradiciones y gustos. Como ha escrito R. Pulido, las culturas no se pueden contar como si fueran manzanas, a pesar de que así usen el concepto de cultura la mayor parte de científicos e investigadores, políticos y periodistas, profesores y ciudadanos en general.


la cultura "es conocimiento, capacidad y actitud de que dispone toda persona humana para desenvolverse en su vida". Por eso, nadie pertenece a ninguna cultura, más bien es la cultura la que pertenece a las personas, que la pueden usar y recrear de la manera que estimen oportuno a lo largo de sus vidas, y es precisamente esa utilización la que les va a hacer semejantes a otras personas y la que va a establecer diferencias con otras.


Los niños, los adolescentes y los jóvenes son ciudadanos de pleno derecho. Desde luego no son esclavos del Estado, pero tampoco rehenes de sus padres o tutores. No tenemos más que acudir a nuestra propia memoria para certificar que los hijos no son un calco de los padres, ni son siquiera equivalentes entre hermanos.

En nombre de la cultura se frena incluso la participación política, no se permite a las mujeres asumir determinadas responsabilidades porque se les dice queno corresponde a las mujeres el ser presidente, o el liderar organizaciones, por tanto vemos que se utiliza la cultura para oprimir a las mujeres.

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